Evangelio según
san Lucas 14, 1.
7-14
Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los
fariseos, y éstos estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los
primeros lugares, les dijo esta parábola: “Cuando te inviten a un banquete de
bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado
más importante que tú, y el que los invitó a los dos venga a decirte: ‘Déjale
el lugar a éste’, y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último
asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que,
cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate a la cabecera’.
Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que
se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será
engrandecido”.
Luego dijo al que lo había invitado: “Cuando des una comida o una
cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los
vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso
quedarías recompensado. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los
pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque
ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los
justos”.
Reflexión:
¿Cómo ser persona humilde
y sencilla?
Jesús, el Maestro, nos enseña las actitudes indispensables
para ser personas que son parte del Reino de Dios: humildad y sencillez.
Sabiendo que es lo que necesitamos, ahora dependerá de nosotros, primero,
reconocer que nos falta para tenerlas y/o segundo, buscar como obtenerlas…
¡para vivirlas!
Para alcanzar la humildad, a la que estamos llamados, nos
ayuda san Ignacio de Loyola con la meditación de las Dos Banderas en los
Ejercicios Espirituales [136-146], en donde explica las implicaciones al seguir
y permanecer con Jesús, bajo su bandera, como si fuera una
escalera, con los siguientes peldaños:
i. pobreza espiritual
/ material,
ii. oprobios y menos
precios y
iii. humildad … (de donde
siguen todas las virtudes)
Es Cristo, quien nos convoca a sus amigos, a seguirlo y vivir
con humildad y sencillez, lo cual es camino contrario al del mundo, que
busca poder, prestigio y éxito, que, provoca injusticias, abuso y dolor a la
gente.
La Palabra de hoy, está claramente relacionada y nos ayuda
a darnos cuenta de los rasgos de Dios (para aprenderlos) y que, como creaturas (seres
humanos), podemos desarrollar para ser parte del reinado de su amor en nosotros
y en la sociedad. Humildad y sencillez, no son adorno moral, sino
estrategia espiritual para ser seguidores de Jesús y la cual nos protege de
caer en el juego del mal, en vez de:
§ buscar el “primer
lugar” (Lucas 14), reconocemos que el verdadero honor es servir…
§ presumir (Eclesiástico
3), reconocemos que todo es don…
§ de fiarnos
en apariencias (Salmo 67), confiamos en un Dios cercano a los pobres…
§ un Dios del
miedo (Heb 12), seguimos al Cristo que llama con amor.
La humildad, antesala de todas las virtudes: es resistencia
al mundo que nos dice “tienes valor si te ven, si ganas, si brillas”; es libertad,
no depender de likes u opiniones de los demás, para “saber quien soy”;
es elección, cada día, en lo pequeño, es escoger el camino de
Cristo … el que me lleva a estar viviendo el Reino y hacerlo presente a los
predilectos de Dios: pobres, lisiados, cojos y ciegos.
¿Qué cosas de mi vida me atraen hacia el orgullo, aparentar y egoísmo? … ¿Qué actitudes me invitan a caminar bajo la bandera de Cristo (humildad, sencillez, servicio)? … ¿Qué paso pequeño y concreto puedo dar esta semana para vivir bajo la bandera de Cristo?
Próximo martes 2 de septiembre, comenzamos los Ejercicios Espirituales Ignacianos en la Vida Ordinaria, tanto presenciales, en la Parroquia de María Madre de la Divina Gracias (SLP, SLP), como a distancia vía zoom… ¡anímate a participar! Informes y Registro en: https://tinyurl.com/EEvidaOrdinaria

No hay comentarios.:
Publicar un comentario