sábado, 20 de julio de 2024

XV Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo B (Reflexión)

 XVI Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo B (Marcos 6, 30-34) – julio 21, 2024 
Jeremías 23, 1-6; Salmo 22; Efesios 2,1 3-18


Hoy las lecturas de hoy nos recuerdan que necesitamos estar atentos a la guía del buen pastor, que es Jesús …

Evangelio según san Marcos 6, 30-34

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Entonces Él les dijo: "Vengan conmigo a un lugar solitario, para que descansen un poco". Porque eran tantos los que iban y venían, que no les dejaban tiempo ni para comer. Jesús y sus apóstoles se dirigieron en una barca hacia un lugar apartado y tranquilo. La gente los vio irse y los reconoció; entonces de todos los poblados fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Cuando Jesús desembarcó, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.

Reflexión:

¿Quién guía mi vida?

Hoy, en este tiempo actual de andar a las carreras, llenos de proyectos y con problemas siempre que resolver, cuando todo es para ayer y no hay tiempo que nos alcance para hacer tantas cosas “que tenemos que hacer”, las lecturas de hoy, son una invitación a detenernos, a hacer un alto y recuperar fuerza y ánimo, para poder discernir quién / qué me mueve y hacia dónde me lleva esta manera de vivir…

Por una parte, tal vez, ni cuenta nos damos, que estamos siendo engañados en ese estilo de vida, por “ideas”, “intereses” o “personas”, que nos “dispersan, dividen, distraen y polarizan, con maldad”, como lo describe el profeta Jeremías; y por el otra parte también nos recuerda el profeta, que el Señor enviará quien nos “apaciente, instruya y guíe”, para nuestro bien, con justicia y amor… para tener una buena vida, que valga la pena vivir.

El buen pastor, que nos cuida y desea lo mejor para mí y los demás, es Jesús, quien, al contrario de los líderes mundanos y malvados, nos quiere, en paz, reconciliados, unidos y fraternos (cfr. Efesios 2,1 3-18).

Para escuchar “al buen pastor”, necesitamos orar; es el camino que nos conduce a reconocer su presencia en la vida, a aprender y entender cuál es su deseo: nuestro bien. La oración es un tiempo de encuentro, conmigo mismo y con Él, que me ayuda a discernir en la vida, a reconocer los verdaderos líderes y a ser líderes auténticos nosotros mismos, cuidando con amor y justicia a quienes nos rodean, al estilo de Jesús, nuestro maestro y pastor.

Estamos llamados a procurar el bien de los demás, y el propio, a trabajar por la reconciliación y la justicia, promoviendo la unidad en nuestras comunidades y siendo instrumentos de paz en el mundo (en el que vivimos).

Hoy, se nos desafía a ser de esos líderes auténticos, guiados por el Espíritu de Dios, en todas las circunstancias de nuestra vida, buscando siempre su mayor gloria y el bien de los demás.

¿Cómo discernir qué espíritu me mueve y a dónde?... ¿Qué hacer para que Jesús sea mi guía en lo que decido y hago?... ¿Cómo podemos servir mejor a los demás, especialmente a los más necesitados?...

 

PD. Los invitamos el próximo mes de agosto, a nueva tanda de Ejercicios Espirituales Ignacianos en la Vida Ordinaria, que son una manera de orar, para aprender a discernir y encontrar a Dios en todo y entodos. Informes en: http://bit.ly/ejerciciosOL

 

Alfredo Aguilar Pelayo 
#RecursosParaVivirMejor 

 

Para profundizar, leer aquí
Columna publicada en: https://bit.ly/RBNenElHeraldoSLP

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