Evangelio según
san Mateo 16,
13-19
En
aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta
pregunta a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?”
Ellos le respondieron: “Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías;
otros, que Jeremías o alguno de los profetas”.
Luego
les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Simón Pedro tomó la palabra
y le dijo: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.
Jesús
le dijo entonces: “¡Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque esto no te lo ha
revelado ningún hombre, sino mi Padre que está en los cielos! Y yo te digo a ti
que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del
infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los
cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que
desates en la tierra quedará desatado en el cielo”.
Reflexión:
¿Cómo colaboro en
la misión de Jesús?
El evangelio de hoy es la versión de Mateo que leímos la
semana pasada en Lucas 9, 18-24
…
con la diferencia de que Jesús le dice a Pedro, tanto que lo que dice Pedro
sobre él, se lo ha revelado su Padre, y que es él será la piedra sobre quien se
edificará su iglesia.
Pedro y Pablo, son ejemplos de fidelidad y perseverancia en la fe
en Jesucristo. Son caminos distintos los que siguieron ambos apóstoles para dar
a conocer quién es Jesús:
· Pedro: sencillo
pescador, convertido en pescador de hombres al seguir a Jesús; con todo y su carácter
fuerte y arrojado, estuvo con él durante su vida pública; y aunque lo negó
(antes de la Pasión), fue el primero en reconocerlo como el Mesías y principal promotor
entre los judíos, de la fe en Jesucristo Resucitado.
· Pablo: antes de
ser seguidor del resucitado, fue perseguidor de los cristianos, seguidores de
Jesús; una vez llamado por el Resucitado, se volvió apóstol de Jesús y se
dedicó a extender la fe entre los gentiles (gente no judía).
Los dos, siguen siendo hoy día, ejemplo para nosotros, de cómo
podríamos ser promotores de Jesús Resucitado y del su mensaje (Buena Nueva) que
nos trajo para salvarnos y podamos tener, ya desde ahora, una vida “que
valga la pena vivir” y la “vida eterna” (plena).
El reto para nosotros en conocer a Jesús, comprender
y vivir su mensaje y compartirlo, desde la experiencia, con quienes no
lo conocen o tienen dudas. Así de simple, pero, requiere que dediquemos tiempo,
esfuerzo y tengamos disponibilidad para ello, con la ventaja de que el Espíritu
de Dios nos guía, acompaña y clarifica el camino.
Los invito a seguir durante cada
día del mes de julio, a seguir en el sitio web (https://tinyurl.com/31diasEI) y/o las redes sociales del Centro Cultural
Ricardo Robles SJ (@ccrrsj: FB, Ig, X, Th) los reels que nos
llevan por un recorrido, de la mano de los Ejercicios Espirituales de
san Ignacio de Loyola, para conocer más internamente a Jesús y así,
trasformando nuestro corazón, podamos ser apóstoles de Jesús y colaboremos en Él,
en que el reinado del amor del Padre, se haga presente dónde estemos y a dónde
vayamos.
¿Cómo
puedo ser apóstol de Jesús?... ¿Cómo conocer internamente a Jesús?... ¿Qué
puedo ofrecer a los demás, para que conozcan a Jesús?...
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