En
este tercer domingo de tiempo ordinario, la liturgia presenta a Jesús, en la sinagoga,
citando al profeta Isaías, para concluir diciendo: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje
de la Escritura que acaban de oír”.
Evangelio según
san Lucas 1, 1-4; 4, 14-21
Muchos han tratado de
escribir la historia de las cosas que pasaron entre nosotros, tal y como nos
las trasmitieron los que las vieron desde el principio y que ayudaron en la
predicación.
Yo también, ilustre
Teófilo, después de haberme informado minuciosamente de todo, desde sus
principios, pensé escribírtelo por orden, para que veas la verdad de lo que se
te ha enseñado. (Después de que Jesús fue tentado por el demonio en el
desierto), impulsado por el Espíritu, volvió a Galilea. Iba enseñando en las
sinagogas; todos lo alababan y su fama se extendió por toda la región. Fue
también a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era su
costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el
volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba
escrito: El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para
llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos
y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el
año de gracia del Señor.
Enrolló el volumen, lo
devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la
sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: “Hoy mismo
se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”.
Reflexión:
¿Cuál es mi misión, como cristiano?
La liturgia de hoy nos ofrece tres puntos clave, para conocer
mejor a Jesús, y así, más amarlo, seguirlo y colaborar con Él en su misión
salvadora de la humanidad:
·
En la primera lectura el sacerdote lee al pueblo el libro de la
ley, para que entendieran lo que estaba escrito e hicieran suyas las palabras
de la ley y el llamado a vivir con alegría la fe en Dios …
·
En el evangelio, Jesús lee a Isaías, cuando profetiza la
venida del Ungido, a quién estaban esperando los judíos, y el miso Jesús
afirma que Él es ...
·
En la segunda lectura, Pable nos da con una analogía, como todos
somos parte de la iglesia, el pueblo de Dios, unidos en torno a Jesús …
De lo anterior, podemos darnos cuenta que, a través de conocer
a Jesús, lo reconocemos como el enviado de Dios a salvarnos, cómo es que
lo hace y como podemos colaborar para que se realice la salvación. Pareciera
paradójico que Dios, se encarna en Jesús, como una persona y para cumplir su
misión, nos pide participar en la misma.
Jesús realiza su misión con 5 acciones:
1.
Predicando una Buena Noticia, nuestro Dios Padre, nos ama y
quiere lo mejor para sus nosotros, sus hijos; y se dirige especialmente a los pobres,
o sea a los que se reconocen que tienen carencias, tanto materiales, como
espirituales.
2.
Liberándonos, de todo aquello que nos ata
e impide, tengamos la vida que Él desea para nosotros.
3.
Nos abre los ojos, para ver
y mirar, como todo está dispuesto para nuestro bien.
4.
Sus enseñanzas, aligeran la vida, quitando aquello que nos
oprime e impide sigamos el camino, gozando la vida.
5.
Hoy él nos dice, el tiempo ha llegado, escúchame, conóceme,
vive el amor que predico.
Dios nos ha creado con un fin: que tengamos una vida que valga
la pena vivir; nos ha equipado con diversos dones, que, si los desarrollamos
y ponemos al servicio del bien común, como Él nos indica, estaremos colaborando
y siendo parte activa de la salvación prometida.
¿Cómo
puedo conocer más y mejor a Jesús?... ¿Qué puedo poner mis dones al servicio de
la Buena Nueva?... ¿Cómo ser promotor de la misión salvadora de Jesús?
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