sábado, 14 de septiembre de 2024

XXIV Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo B (Reflexión)

XXIV Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo B (Marcos 8, 27-35) – septiembre 15, 2024 
Isaías 50, 5-9; Salmo 114; Santiago: 2, 14-18

 


En este domingo en el evangelio Jesús nos la hace las mismas preguntas que hace a sus discípulos, para discernir y responder a los desafíos de nuestro tiempo…

Evangelio según san Marcos 8, 27-35

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a los poblados de Cesarea de Filipo. Por el camino les hizo esta pregunta: "¿Quién dice la gente que soy yo?" Ellos le contestaron: "Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los profetas".

Entonces Él les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Pedro le respondió: "Tú eres el Mesías". Y Él les ordenó que no se lo dijeran a nadie.

Luego se puso a explicarles que era necesario que el Hijo del hombre padeciera mucho, que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que fuera entregado a la muerte y resucitara al tercer día. Todo esto lo dijo con entera claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba de disuadirlo. Jesús se volvió, y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro con estas palabras: "¡Apártate de mí, Satanás! Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres".

Después llamó a la multitud y a sus discípulos, y les dijo: "El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará".

Reflexión:

¿Quién es Jesús para mi?

Hoy, las lecturas nos llevan a reflexionar sobre cual es la respuesta que podemos dar cada uno, a la pregunta que nos hace Jesús: “¿quién dices que soy yo?”.

La respuesta posible que demos, tiene que ser en primera persona: depende de lo que he aprendido y escuchado sobre él, de lo que yo conozco y he experimentado sobre su persona, pero hay que evitar, el riesgo de idealizar o fabricar una imagen de Jesús, a mi medida, a mi conveniencia; porque mi respuesta pudiera ser imprecisa, incompleta o equivocada, alineada a mis gustos y deseos.

Mi respuesta, por tanto, habrá que ser meditada, reflexionada y profundizada, a partir de lo que ha quedado registrado en la Sagrada Escritura, de dónde podemos, como dice San Ignacio de Loyola “pedir conocimiento interno del Señor Jesús, que por mi se ha hecho hombre, para que más le ame y le siga.” EE 104

El conocer de primera mano a Jesús, quien nos “habla con entera claridad”, con verdad, sin irse por las ramas, nos invita a seguirlo, ser sus discípulos: "El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará".

Como hemos comentado anteriormente y hoy nos recuerda el evangelio, Jesús viene a salvarnos, y el camino es “su camino”: la entrega, el servicio, la búsqueda del bien común … un camino que no es fácil, por las adversidades que habremos de enfrentar por ir a contracorriente, por seguirlo, por confiar en Él, como lo dice Isaías en la primera lectura (Is 50, 5-9). Habremos de estar vigilantes de que no nos espante, como a Pedro, lo que implica el seguimiento de Jesús.

Ánimo, si realmente conozco a Jesús, me habré de enamorar de su proyecto, y lo seguiré confiadamente, porque “Caminaré en la presencia del Señor” (Sal 114), y así salvo mi vida, colaborando con Él en hacer presente el reinado de su amor, con mi testimonio y obras, haciendo uso de los dones recibidos. (cfr. Sant 2, 14,18)

¿En qué medida he permitido que mis propias expectativas sobre Jesús influyan, en mi comprensión de Él?... ¿Estoy dispuesto a tomar mi cruz y seguir a Cristo, incluso cuando esto implique sufrimiento?... ¿Cómo puedo fortalecer mis relaciones con otros cristianos y crecer juntos en la fe?

 

Alfredo Aguilar Pelayo 
#RecursosParaVivirMejor 

 

Para profundizar, leer aquí. 
Columna publicada en: https://bit.ly/RBNenElHeraldoSLP

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

XXIX Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo B (Reflexión)

  XXIX Domingo de Tiempo Ordinario – Ciclo B ( Marcos 10, 35-45 ) – octubre 20, 2024  Isaías 53, 10-11 , Salmo 32, Hebreos 4, 14-16 La Pal...