Estamos
llamados a ser testimonio vivo del Reinado de Dios, en este mundo, para que
cuando partamos de el, vivimos en plenitud junto al Padre…
Evangelio
según san Marcos 4, 26-34
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de Dios
se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que
pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y
crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos,
luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están
maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de
la cosecha".
Les dijo también: "¿Con qué compararemos el Reino de Dios?
¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que,
cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada,
crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que
los pájaros pueden anidar a su sombra".
Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su
mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en
parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.
Reflexión:
¿Cómo vivir en el Reino de Dios?
La semana pasada, la Palabra nos hablaba sobre cuál era la Voluntad
del Padre, hoy la liturgia nos describe, con comparaciones, como es el Reino
de Dios; ambos términos están completamente relacionados, podríamos decir
que:
· la Voluntad
de Dios, es el deseo de Papá Dios, de que seamos libres y elijamos “lo
que más nos más nos conduzca al fin para el fuimos creados” (cfr. San
Ignacio de Loyola): tener una vida terrenal en plenitud, sabiendo cómo
conducirnos y relacionarnos, tanto con los demás, como con la creación, para
siempre hacer el bien, el bien común…
· el Reino
de Dios, o Reino de los Cielos (en griego βασιλεία τοῦ θεοῦ / basileia
tou theou), es un estado (lugar) donde se vive el amor que nos da el
Padre y nos enseña Jesús…
Por tanto, se nos invita a recibir el regalo de la Buena Noticia,
la semilla del amor de Dios, y dejarla que heche raíces en nuestro
corazón, para que, poco a poco crezca y luego de los frutos, según cada uno; es
el Señor quien siembre su amor en nosotros, nos cuida y guía para que crezcamos
como personas, para que podamos ser como “árbol frondoso, que de sombra y
abrigo” (cfr. Ez 17, 22-24); ser reflejo de Dios, de Jesús,
ahí donde vivimos, con nuestras palabra y obras de bien (cfr. Cor 5, 6-11), es hacer
presente el reinado del amor, es dar fruto, es hacer presente el Reino de Dios.
Este domingo de mes, 16 de junio, te invitamos a unirte en oración, para pedir por la unidad del país y por los
candidatos electos de las pasadas elecciones, para que gobiernes con sabiduría
y trabajen por el bien común ... y así se haga presente el Reino de
Dios en el país. (ver video en https://tinyurl.com/DNP160624).
¿Cómo hacer presente el reinado de Dios en mi corazón?... ¿Cómo hacer
presente el amor de Dios, entre los necesitados?... ¿Cómo hacer sentir acogido,
dar sombra, a personas descartadas por la sociedad?
Para profundizar, leer
aquí.
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