Sexto
Domingo de Pascua: todo se resume en saber amar y permanecer en el amor…
Evangelio
según san Juan 15, 9-17
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: "Como el Padre me ama,
así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen
en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en
su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea
plena.
Éste es mi
mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene
amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis
amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo
no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a
conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha
destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el
Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que
se amen los unos a los otros''.
Reflexión:
¿Cómo permanecer en el amor?
Si tuviéramos la disponibilidad de los paganos que escuchaban a
Pedro (Hechos 10, 25-26.34-35.44-48), recibiríamos luz y entendimiento
de parte del Espíritu Santo, para comprender el mensaje que nos trae la palabra
de Dios, a todos sin excepción. La buena noticia del amor, es
para todos, creyentes y no; no hay distinción de personas, el mensaje es
incluyente.
Necesitamos estar atentos y receptivos a esta gran noticia: Dios
nos ama a todos, Dios me ama particularmente a mí (pon tu nombre
aquí) y a cada uno, si excepción.
Dios es amor:
·
Nos ha creado, a su imagen y semejanza…
·
Lo podemos experimentar en todo lo creado, en cada ser humano…
·
Actúa siempre y nos transforma para nuestro bien…
·
Nos guía hacia Él…
Al escucharlo, lo conocemos (sabemos quién es, que le
agrada), al poner en práctica sus enseñanzas y cumplir sus mandamientos
(“instrucciones” para ser semejantes a Él), vamos experimentado su amor y
lo reflejamos hacia los demás… si, en la medida que me siento “amado”,
y amo, como él… ¡Reflejo su amor!
La clave para alcanzar el amor, es permanecer unidos
a Él, nutriendo nuestro espíritu (como los sarmientos a la vid, de la semana
pasada)… permanecer es orar, es pedirle sabiduría y fortaleza,
para no apartarme de Él… permanecer es, que mis decisiones las tome con su criterio
de amar, para la búsqueda del bien común, de la justicia… permanecer es desarrollar
y mantener relaciones interpersonales fraternas.
Permanecer es “que nos
amemos los unos a los otros'', como él nos ama.
¿Cómo me sentirme amado?... ¿Qué puedo hacer para amar como Jesús?... ¿Cómo mi forma de ser, demuestra mi amor por los demás?
Para profundizar, leer
aquí.
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