jueves, 9 de octubre de 2025

Domingo XXVIII de Tiempo Ordinario – (Reflexión)

 Domingo XXVIII de Tiempo Ordinario Ciclo C (Lucas 17, 11-19) – octubre 12, 2025 
2 Reyes 5, 14-17 / Salmo 97 / 2 Timoteo 2, 8-13


El evangelio de hoy es continuación del pasado domingo y nos vuelve a recordar que la fe en Dios es lo que nos sana y salva …

Evangelio según san Lucas 17, 11-19

En aquel tiempo, cuando Jesús iba de camino a Jerusalén, pasó entre Samaria y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron al encuentro diez leprosos, los cuales se detuvieron a lo lejos y a gritos le decían: “Jesús, maestro, ten compasión de nosotros”.

Al verlos, Jesús les dijo: “Vayan a presentarse a los sacerdotes”. Mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra.

Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. Ese era un samaritano. Entonces dijo Jesús: “¿No eran diez los que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?” Después le dijo al samaritano: “Levántate y vete. Tu fe te ha salvado”.

Reflexión:

¿Qué tan agradecido soy?

Las tres lecturas de la liturgia nos hablan de la fe, de como la confianza en Dios nos sana y salva. También es una invitación a reconocer su intervención nuestra vida y a ser agradecidos.

El general sirio Naamán y el samaritano, por la condición de enfermedad que tenían, piden ayuda y la reciben; al quedar limpios de su lepra, vuelven a agradecer el que hayan sido curados. Ambos confiaron, el primero hizo caso a Eliseo, se bañó en el río y quedó limpio de su lepra; el samaritano, le pide a Jesús, junto a otros nueve, que tenga compasión (por su enfermedad), sigue la indicación (confía) y en el camino queda limpio.

La respuesta de ambos nos muestra como podemos ser agradecidos con Dios y con todos aquellos que nos hacen un bien; también es de destacar que, tanto Eliseo como Jesús, dan lo que tienen, de manera gratuita. Hoy, podemos interpretar que esas actitudes de generosidad y agradecimiento son fundamento de toda buena persona y de toda relación interpersonal sana.

Recordando que en la época de Jesús, los leprosos eran excluidos, separados, aislados … y hoy, en nuestra cultura soberbia y egoísta, se generan nuevas formas de exclusión que nos dividen ya sea por raza, creencias, estatus social y económico.

También hoy, Jesús se deja encontrar por nosotros, para que le pidamos, con fe, su ayuda ante nuestras dificultades, dolores o enfermedades, o sea “nuestras lepras”; Jesús sigue deseando sanarnos, reincorporarnos a la comunidad, para que podamos tener una vida digna y sana, y podamos convivir con los demás en armonía.

El mensaje de la Palabra es: buscar nuestra sanción / salvación, en Jesús, y colaborar con Él, desde el agradecimiento (de tanto bien recibido), para tender una mano a quienes sufren y son excluidos, siguiendo su enseñanza y ejemplo. También nos invita a reflexionar, para no ser uno de los nueve ingratos, que solo piden y ni las gracias dan.

¿Porqué la ingratitud de los nueve?... ¿Cómo evitar excluir a la gente?... ¿Qué necesito pedir  sea sanado en mi?

 

Alfredo Aguilar Pelayo 
#RecursosParaVivirMejor 

 

Columna publicada en: https://bit.ly/RBNenElHeraldoSLP

Para profundizar: https://tinyurl.com/BN-28C-251012

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