El evangelio
nos habla del deseo de Jesús para que el Reino de su Padre, se haga presente en
toda la tierra, mientras que las lecturas nos indican lo que puede implicarnos,
cuando colaboramos con Jesús …
Evangelio según
san Lucas 12, 49-53
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “He venido a traer
fuego a la tierra ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que
recibir un bautismo ¡y cómo me angustio mientras llega!
¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he
venido a traer la paz, sino la división. De aquí en adelante, de cinco que haya
en una familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres. Estará
dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la
hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la
suegra”.
Reflexión:
¿Cómo permanecer
unido al amor de Dios?
Jesús tuvo como misión, el dar a conocer el reinado del amor,
o sea, la fraternidad, la justicia y la paz, entre nosotros. Él mismo nos
enseña en la oración del “Padrenuestro”, que pidamos que “venga su reino”
y se “haga su voluntad, en la tierra, como en el cielo”. Pero, ¿cómo
hacemos para que hoy, esto sea posible? … ¡conociendo su proyecto!
Para ello, tengo que conocer a Jesús, comprender sus enseñanzas y seguir
su “mandatos”, que son el camino para que el amor de Dios reine en
nuestro corazón y en las relaciones interpersonales familiares, comunitarias y
sociales.
Jesús predica la Buena Nueva del Reino, nosotros, cada uno,
conforme nos vamos dando cuenta que el “Reino de Dios” es para nuestro bien,
tanto personal, como para el bien común; nos iremos uniendo a este
proyecto, como lo experimentamos en la parábola del rey eternal, de la primera
etapa de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, en la cual, nos
hace una invitación a seguir al “rey eternal” (el Padre), sabiendo que solo
desea nuestro bien.
Atender la invitación que nos hace el Padre Bueno, nos
unimos a él, para seguirlo, muy probablemente nos iremos “enamorando de su proyecto”, y a la vez
conociendo en detalle el estilo de vida que Jesús, para luego vivirlo… y así
colaborar en que haga presente el “reinado del amor”.
Seguir a Jesús no es fácil, habrá de recorrer y experimentar con
él y como él, lo que implica el estilo de vida (manera y forma de vivir su
principios y valores), otra vez, en palabras de San Ignacio de Loyola, el
camino de Jesús es: pobreza, oprobios y humildad, dónde:
§ Pobreza: Implica
reconocer la propia indigencia espiritual, la necesidad de Dios y la
dependencia de su gracia. Es una pobreza que libera de la búsqueda de
riquezas materiales y del egoísmo, permitiendo una mayor apertura a la acción
de Dios en la vida.
§ Oprobios: Se
refiere a la aceptación de las dificultades, humillaciones y rechazos que
puedan surgir en la vida, incluso aquellos que provienen de la práctica de la
fe o de la fidelidad a los principios del Padre / Jesús. Es una invitación
a no buscar la comodidad o la aprobación del mundo, sino a seguir a Cristo en
su camino de cruz (ver Jeremías 38, 4-6.8-10).
§ Humildad: Es la
virtud que permite reconocer la propia verdad, tanto las cualidades como las
limitaciones, sin caer en la soberbia o la autocompasión. Implica la
aceptación de la propia fragilidad y la disposición a aprender de los demás,
especialmente de aquellos que sufren.
En resumen, la pobreza, los oprobios y la humildad, en la
espiritualidad ignaciana, son herramientas para el crecimiento espiritual, que
permiten a la persona acercarse a Dios a través de la aceptación de su
condición humana y de la entrega a su voluntad. Esta vivencia se traduce
en una mayor libertad, paz interior y capacidad de amar al
prójimo.
El seguimiento a Jesús nos hace “imagen y semejanza” de él, como
fuimos creados por el Padre (Gen 1, 26-27), y nos lanza a hacer
presente el Reino de Amor del Padre, colaborando así en que lo que pedimos en
el Padrenuestro, se haga realidad.
Aprovechando, los invito a los Ejercicios Espirituales Ignacianos
en la Vida Ordinaria, que comenzamos el próximo martes 2 de septiembre, 2025
Informes y Registro: https://tinyurl.com/EEvidaOrdinaria
¿Cómo
conocer mejor el proyecto del Reino?... ¿Qué me hace “arder” el corazón,
sobre el Reino de Dios?... ¿Cuál es mi manera especial de hacer presente el
Reino?
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